el accidente cOMO CONCEPTO
Parte fundamental del proceso creativo y filosofía de vida en general.
¡ breiquin nius !
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Pocos son los afortunados que han sido agraciados de manera natural con la justa medida de su esencia. Apenas u n poco más de esa cantidad y lo único que te d eparará el futuro son paredes a colchadas y una fabulosa camisa de fuerza. Un poco menos y trabajarás de 8 a 8 para un tercero toda tu vida sin cuestionarte ni el color de tus zapatos
Este soy yo
El plan era crear un fabuloso personaje que experimentara todo aquello que se relata más adelante una vez hubiese terminado el relato en primera persona , de manera que si alguna vez esto veía la luz, se publicase ocultando el verdadero origen autobiográfico que tiene , pero una vez escrito y releído el último párrafo de este texto, he decidido volver a las primeras líneas para simplemente introducir lo que viene a continuación.
Echo de menos su influencia . Continuamente oigo hablar de ella , mal por lo general, aunque estoy seguro de que es porque pocos se han atrevido a conocer alguna de sus caras y a otros no les interesa que más gente conozca su potencial. En ocasiones es enfermiza y dañina pe ro por lo general es la chispa que nos hace cambiar la tendencia . En la actuali dad su imagen se ha desvirtuado, y rápidamente está en la boca de todos para desacreditar a todo aquel que se junte con ella, saliéndose de la norma , actu a ndo o protesta ndo .
Recuerdo momentos de verdadera pasión con ella, instantes en los que me sentí verdaderamente libre, momentos en los que creía en lo que hacía y verdaderamente conseguía expresar conceptos y sentimientos que solo existen en mi cabeza … Ahora sin embargo, el común de los días me siento cada vez más pequeño, común; recorriendo mi rutina días tras día, caminando en círculos para ganarme el derecho a existir . Es sin duda atascado en la carretera camino al trabajo cuando más insignificante me siento. A hí parado, con un montón de luces rojas por delante de mí es cuando me doy cuenta de que se ha ido esfumando poco a poco de mi vida.
Por poner un ejemplo de los momentos de enajenación a los que me refiero, contaré uno de los que más a menudo rememoro para recobrar el entusiasmo. Fue un día de verano en el extranjero durante unas prácticas. Aún sudoroso inmediatamente después de hacer el amor frenéticamente con una intensa tormenta de fondo, se instaló en mi cabeza el irrefrenable deseo de salir a recorrer las calles bajo la lluvia. Después de bajar las escaleras atropelladamente, crucé la puerta y me presente ante la inmensidad del cielo cubierto, en ese instante solo era capaz de sonreír, sentía cada gota de agua que resbalaba por mi cuerpo, el olor de la vegetación húmeda, el vapor que desprendía el asfalto una vez las gotas de agua impactaban con el , el tejido de mi ropa ceñirse a mi cuerpo a medida que se empapaba, los zapatos encharcados , los pájaros que empezaban a cantar con la primera luz del amanecer en las zonas donde se empezaban a abrir claros . Toda esa energía me recorría y volvía a la tierra a través de mis pies.
En oposición a lo anterior, ahora apenas la veo ocasionalmente en el coche de al lado , en el banco o incluso en el televisor, pero no es lo mismo . La falta de contacto hace que los encuentros sean transitorios y delirantes . No me hace sentir bien, es como si ya no formase parte de m i esencia y en lugar de hacerme libre, me hiciese esclavo de mis obsesiones , a base de potenciar mis debilidades.
El momento exacto de la ruptura no lo sé, lo que si recuerdo es que e mpezaron a separarnos pequeñas obligaciones cotidianas e inevitables, lo que llamamos hacerse mayor, integrarse en el mercado laboral, compatibilizar lo anterior con el vuelo del nido de mamá y papá, etc.. P oco a poco esas obligaciones crecieron en número y en tiempo de dedicación , hasta que la necesidad de subsistir bloqueó todo mi tiempo, cerrándole la posibilidad de entrar en mi vida y convirtiéndome en un mero autómata, una ladrillo más del muro que estamos volviendo a construir entre todos y que separa los sueños de la s exigencias del mercado laboral .
La buena noticia es que s iento que me falta, que a pesar de todo el tiempo pasado, aún la extraño como una parte de mi . Parece que todavía no me he convertido completamente en un a pieza más .
Quizá sea por todo lo que he sabido de ella en estos años a través de los medios donde nadie la critica cuando va de la mano de gente con poder y que únicamente piensa en sus intereses . La he visto descontrolada y siendo la gran protagonista en numerosas ocasiones . D esde crisis nucleares hasta las rebajas de e nero; p asando por púlpitos, habitaciones de hotel o consejos de administración de grandes multinacionales . Pero esos casos son tomados como normales por el imaginario colectivo y nadie cuestiona nada, y o incluido, mientras tanto expectante , s intiéndome ingenuamente calculador , prudente y protegido , producto de una falsa alta autoestima que en realidad debería llamar se prepotencia , promovida por mi inconsciente como mecanismo de defensa de mí cobard í a .
Cobardía que durante largas temporadas hizo que buscase la dosis necesaria de su encanto en los bares sin importar la compañía, ella siempre aparecía tarde, demasiado tarde para calmar mi desasosiego . Daba igual, al día siguiente estaba aún más adormecido . Seguía en una rueda, pero esta vez en una de mayor envergadura. No vivía el presente, deseaba continuamente la llegada de los días sin obligaciones para sentirme artificialmente algo más cerca de ella. La situación se agravó cuando eso dejó de ser suficiente y la semana se hacía demasiado larga, la necesidad comenzó a ser diaria. En ese momento la soledad sustituyó a los bares y toqué fondo de una manera violenta.
S emejante impacto contra el fondo me despertó y a hora estoy intentando entablar una relación sólida y sin artificios , ser consciente de todos los lastres que me he ido colocando a lo largo de mi vida para buscar momentos y lugares adecuados de encuentro, porque me he dado cuenta de que s in ella seguir é haciendo las cosas como aprend í, como me enseñaron , sin ninguna aportación, por lo que no me atreveré a criticar y transgredir, a c ambiar , a experimentar y por lo tanto seguiré sin escribir mi propio gui o n , a pesar de que soy el único que debería h acerlo. D e otro modo viviré la vida que las grandes corporaciones diseñarán para mi .
Y es que para hacer la revolución, para pedirle educadamente al viandante de turno que no tir e una colilla al suelo, para salir del camino marcado por la gente que pasó antes , para ser auténtico; hay que estar un poco loco , por eso la echo de menos .

Uno puede parecer igual al de más allá, casi idéntico.. Misma educación, mismo entorno, misma ropa, misma manera de hablar, mismo trabajo, mismos estudios, mismos gustos. Entonces ¿qué nos define? Definitivamente, nuestra estructura interna y nuestro entorno. No es hasta que una parte de nosotros se destruye, (aunque sea por la misma razón que otra persona) que nos damos cuenta lo diferentes que podemos llegar a ser. Unos, más sensibles, otros más prácticos; otros que aparentemente son más fuertes, en realidad son más frágiles y se parten en muchos más pedazos, casi imposible de reconstruir hasta una forma reconocible
Esto también nos define, el proceso de reconstrucción, ahí entra el entorno. Puede ser un proceso largo que también dependerá del nivel de destrucción, pero si es recuperable, volveremos a parecernos a lo que fuimos. Aunque podría pasar, que el proceso se quede a medias, y seamos para siempre una sombra de lo que fuimos antes de rompernos.
Mi respuesta a este enunciado fue crear todo lo contrario a lo que estamos acostumbrados. La obra pretende ser una analogía conceptual de un acto de seducción mutua entre 2 partes donde el erotismo es una figura fundamental.
Se presentan 2 piezas de texto que dialogan a través de un velo que las cubre por completo. Ambas piezas son de la misma naturaleza y manejan un mismo lenguaje, un mismo “código”, con sus partes públicas y sus partes privadas. Su contenido ha estado de manera intencionada fuera del control del autor, ya que proviene de la información de conexión en un momento aleatorio de un aparato electrónico a una red Wifi doméstica.
El dialogo se produce mediante la conexión de las áreas de exposición que perforan el velo sobre cada una de las piezas. En este caso, el sumatorio de los puntos unidos por los 3 tipos de marcas sobre el velo, denota 3 emociones pertenecientes al futuro inmediato que ambas piezas desean. (Éxtasis, Frenesí y deseo)
La analogía se completa con el hecho de que toda marca, rastro o señal que atraviesa el velo para componer cada una de las emociones, esquiva las partes de código privado de cada una de las partes.
Testimonials
UFF, pero que bonito es eso hijo, pero que bien pintas, o esculpes, o diseñas, o lo que quiera que hagas
MI MADRE ,MADRID
¡Qué lindo! ¿Qué es?
MI MUJER, ROSARIO
La verdad que no he visto nada tan lleno de contenido y con una base conceptual tan consistente..¿Así está bien?